¿Qué nos impide dolarizar en Argentina?

¿Qué nos impide dolarizar en Argentina?

¿Qué implica dolarizar en Argentina?

La dolarización, en principio, se trata del establecimiento de un esquema monetario que permita devolverle a la gente el ahorro, el crédito y la inversión. Es cierto que el dolar no es una moneda ideal y que también tiene inflación, pero la propuesta surge por la comparación de porcentajes con el peso argentino. Esta no sería una medida para salvar al Estado ni para salvar a los bancos, ni nada de eso.


Es una propuesta que serviría para reducir la inflación. Y sería útil aplicarlo en el país porque desde la década de 1940 la inflación es un castigo que viene empobreciendo a la población a unas tasas siderales. Es un proceso difícil en el cual muchos desequilibrios van a salir a la luz y va a haber consecuencias, por lo tanto mucha gente va a reaccionar oponiéndose.

Esto es algo que beneficiaría a la gente común, para que el kioskero, el plomero, o el empleado pueda con su salario o con el fruto de su trabajo, acumular ahorros y luego invertir en Argentina. Si se logra eso, el potencial de crecimiento de Argentina sería tal que no se podría dimensionar.


Eliminar las barreras, los costos y el desgaste, y que el efectivo o el saldo pueda convertirse a criptomonedas, moverlo fácilmente, transferirlo al exterior, invertirlo en diversos activos, etc.

El concepto es eliminar para siempre la posibilidad de que un político argentino meta manos en esos ahorros. Dejar bien claro que eso es lo que va a traer las inversiones de la forma más rápida y en la cantidad necesaria.

¿Por qué habría que hacerlo?

Argentina sigue teniendo inflación de 50% mientras Chile, Uruguay, Perú, Paraguay, Brasil, pueden despegarse de la inflación por lo menos como fenómeno crónico y en todo caso sólo tienen problemas puntuales.

Eso es clave para entenderlo. Tenemos un Banco Central, una institución monopólica del Estado, con el monopolio de la emisión de moneda, que la utilizan de manera descontrolada para financiar el gasto del fisco.

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Los pasivos del Banco Central son los pesos que están circulando en la economía Argentina y sus activos corresponden a bonos del Estado argentino.

Podemos inferir que si dentro del activo tienen bonos del Estado argentino, y éste está quebrado, es obvio que no van a tener un respaldo firme a la deuda.

No pueden emitir deuda si no tienen una contraprestación. Si el Estado está quebrado, entonces el Banco Central por consiguiente, está quebrado.

Como el Estado aumenta su gasto hasta el infinito, una solución para que dejen de imprimir moneda sería eliminar el peso argentino.

Una captura del NFT animado de Javier Milei

El plan de derogar la moneda nacional implica que nunca más se pueda inflar y financiar a la tesorería con el Banco Central. Que se acabe todo este sistema que permite la expansión del gasto público, porque tiene una forma de financiamiento que es la emisión espuria, con sus efectos inflacionarios.

¿Cuál era el problema para lograrlo?

¿Cuál es el impedimento para eliminar la moneda argentina? El gran problema es la cantidad de pesos que ya hay emitidos en circulación, los billetes en papel, las cuentas bancarias, etc.

Lo que debería hacer el Banco Central es entregarle a la gente la cantidad que resulte de dividir billetes, encajes de las entidades financieras y casi todo el dinero circulante a cambio de los dólares en sus reservas.

El problema es hacer esa conversión forzosa de los pesos en circulación. ¿A qué precio en pesos te entregan cada dólar?

Los pesos en circulación podrían ser en el año 2022 unos 5 billones, pero no cuentan con los 80 mil millones de dólares necesarios para entregar. Es imposible.

Los dólares de las reservas del Banco Central en este momento no alcanzan para nada. El precio, el tipo de cambio, no puede ser simplemente el valor del dólar blue, sino que podría ser 10 o 20 veces más alto. Sería inaceptable en la población.

La solución ¿De dónde sacar los dólares?:

Miren atentamente lo que explica Nicolás Cachanosky


Quienes explican cómo se puede y se debe hacer la dolarización son los autores del libro sobre Dolarización, Emilio Ocampo y Nicolás Cachanosky

¿Pedir un préstamo para hacerlo? Mejor no.

Para resolver este problema de reservas ¿se debería hacer un préstamo puente o algún acuerdo con el tesoro de Estados Unidos, un pedido de derechos especiales de giro del FMI, o hay algún mecanismo para esto?

Algunos son más optimistas diciendo que si bien es cierto que se necesitan reservas y no se puede dolarizar con lo que hay ahora, se trata más de “una cuestión más política que de índole económica” refiriéndose a que se pueden pedir más DEG al FMI. Hoy en 2022 ya hay 6000 con el nuevo acuerdo. Y se podría compensar con algún otro préstamo internacional o con un acuerdo con el tesoro de los Estados Unidos.

La idea es pedir un préstamo puente para salvar la base monetaria, que son los pesos en circulación y la mitad de las Leliqs. De esta manera no seguir licuando los salarios, y sacarle de las manos de los políticos la herramienta que arruina el salario. Es decir, corregir los desequilibrios macroeconómicos de sus políticas monetarias y fiscales.

Además con los salarios reales hoy tan bajos, da una oportunidad histórica para hacerlo de una manera que no quede el tipo de cambio muy apreciado.

Entonces, estaría la reestructuración de la deuda en pesos, se propone que habría que darles un bono, y charlar con los bancos el proceso. Tiene que ser lo más “amigable” posible. 

Hay quienes no apoyan la idea de tomar un crédito, porque complica un poco las cosas. Vamos a terminar pagando una tasa de interés implícita por la dolarización y además del valor que se paga por inflación. En un mundo de tasas muy bajas donde los depósitos en dólares a nivel internacional remuneran el 1,5% con suerte. Teniendo que pagar un crédito con los Estados Unidos supongamos  de 3% o 4% como al FMI, ahí estamos partiendo de una situación bastante negativa.

No es tan sencillo cómo suena dolarizar, de hecho la convertibilidad tuvo el problema que el Estado gastaba y se endeudaba demasiado a niveles insostenibles.

Hay quienes explican que no hay ninguna chance de que surja tal préstamo. Y argumentan que no es posible que Estados Unidos ofrezca un crédito para comprar la base monetaria argentina. No está previsto y ni siquiera estaba prevista la convertibilidad en 1991.

Además para estas ocasiones no tiene peso la importancia de Argentina en el mundo. No tiene relevancia militar ni geopolítica, ni ejército, ni económica, no tiene la bomba atómica, no hay razones para salvar un país así. Además de lo irresponsable en lo financiero y siendo un gran país deudor e incumplidor.

También hay que ver la cantidad de deuda que va a tener Argentina con el Fondo Monetario y la deuda del Banco Central, todo eso va a terminar sumando 500 mil millones de dólares aproximadamente. Y en esta circunstancia es inútil salir a pedir un préstamo para recomprar la base monetaria. Es imposible.

¿Hay solución al problema de las reservas?

Debido a que no hay dólares en el Banco Central, se requiere un proceso de cambio donde se recomponga la base monetaria que se compone de billetes y monedas, más encaje de las entidades financieras en el Banco Central. Deberíamos estar en una etapa de recomposición de activos de dólares en el Banco Central de aquí hasta que a se tenga que hacer ese proceso.

Entonces si no hay nada para darles, como es el caso hoy, porque hay muy pocas reservas físicas (o sea reales) si uno saca la deuda del swap chino, contratos de repo, etcétera, supongamos que el tipo de cambio queda en 2 mil pesos de 2022 lo que termina licuando a todos los tenedores de pesos.

Podría darse un proceso de reestructuración de la deuda que tiene que ser amistoso, pero obviamente que va a haber incumplimiento de contratos. Va a haber deuda que se va a tener que rolear sí o sí. Las Leliqs no se van a poder pagar al 100%, y hay gente que va a sufrir porque hay muchos arbitrajes que se aprovechan para hacer negocios y hay gente que vive de eso. Cuando un sistema anda mal como el argentino mucha gente vive de estar gambeteando regulaciones, comprando artificialmente barato y vendiendo caro. Y probablemente van a sufrir el cambio.  

¿El dólar también tiene inflación?

Si. Y después de tantos años, ha regresado cierto nivel de inflación internacional. Podríamos decir qué es un problema del mundo. En menor medida que el argentino, claro.

Los países del mundo se han sobregirado en términos de emisión de deuda, o sea, emisión monetaria. Todas las monedas fiduciarias en su conjunto están en decadencia, pues estamos en un proceso inflacionario con el dolar, euro, etc.

A nivel mundial hay una licuación vía inflación de deuda. Es decir, tienen como finalidad reducir en términos reales la deuda acumulada en las últimas décadas. Es impagable, y ni siquiera se puede renovar. De esta forma, licuando las deudas se hace un ajuste al acreedor. El acreedor pierde y el deudor gana.

El crecimiento del precio del bitcoin es una prueba de todo esto. Licuación de la moneda fiduciaria y de la deuda pública acumulada irresponsablemente por todos los países del mundo, que no tiene solución y aunque la quieran bajar no se puede.

El asunto es cuál es la velocidad a la cual pierde valor una moneda, eso es efectivamente la inflación.

Si hablamos por ejemplo en particular de una dolarización lo que vamos a estar haciendo es cambiando un problema de pesos por un problema de dólares.

En comparación hasta ahora es mejor el de dólares porque como argentino te roban el 50% de tu valor en un año. Aunque los dólares tampoco son tan buenos porque ya hay inflación de casi dos dígitos en los Estados Unidos. Y por ejemplo, los ciudadanos como los de Ecuador terminan sufriendo esa misma extracción. 

¿Dolarización offshore?

Para evitar corralitos y ese tipo de cosas, una propuesta de mejora podría ser una dolarización “offshore”. Cuentas por fuera del país. Es decir llevar dólares al banco, mediante un convenio, y poder retirar en efectivo acá, pero este banco que puede ser argentino o extranjero, va a tener los dólares en el exterior. No van a estar encajados acá, sino en un banco extranjero. Sería similar al dólar cable o contado con liqui.

Lo ideal: libertad de monedas

Las buenas propuestas en general no implican adopción forzosa del dólar en Argentina ni tampoco la dependencia de los Estados Unidos. A largo plazo, lo ideal es establecer cierta libertad de moneda y que cada uno usa la moneda que quiere, pactando los contratos en la moneda que desea. Esta es la última etapa, es la más fácil.

El dólar es un paso intermedio para suprimir la moneda argentina. Nada más que eso. Después cada uno juega como quiere. Ya sea en bitcoin, oro, dólar, euro, libras, ethereum, yen japonés, rublos, o lo que uno quiera.

El Estado no se haría más cargo de nada. No tendría la categoría que tiene hoy en día de servicio público con un Banco Central que está siempre asistiendo en el caso de que haya corrida bancaria, dirigiendo los encajes, etc. Todo eso desaparece. No hace falta. Esto tampoco es convertibilidad como la de 91 ni el Estado impondría una moneda determinada.

Se tendría continuamente múltiples lugares y oficinas, casas de cambio, inclusive transacciones en el exterior, donde cualquier persona o cualquier empresa argentina estaría transando una moneda contra la otra. 

Reforma bancaria

Hay un último problema un poco más complejo de fondo que habría que contemplar. Se trata del funcionamiento del propio sistema bancario actual, llamado “de reserva fraccionaria” donde se crea dinero a partir de depósitos y pueden prestar más dólares de los que se tiene en los bancos.

El problema de esto es que si la gente sale masivamente a retirar su dinero de la cuenta bancaria pasaría de nuevo lo del 2001. Por lo cual esto requiere una reforma bancaria. Esta fue una propuesta que hicieron los economistas Javier Milei y Diego Giacomini.

Lo que se evita con una reforma es qué los depósitos se pueden utilizar para prestar en forma secundaria. Recordemos que antes de 1844 a nivel internacional había dos categorías de bancos. Los bancos de depósito donde pagabas por la custodia, como una caja fuerte. Y existían los bancos de inversión o crédito que eran como el mercado de capitales: entidades que tomaban dinero del público y que después lo prestaban, etc.

Eso se cambió y hoy en el mundo lo que se hace es manotear los depósitos para someterlos al sistema crediticio.  Ahí es donde comienza la multiplicación secundaria de dinero, porque desde ahí un banco se puede apalancar contra los depósitos y prestar varias veces los depósitos, mientras la gente no vaya a buscarlos todos al mismo tiempo. Sin duda este es un tema complejo, pero como estamos viendo, puede que permanezca en discusión durante un buen tiempo.

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