¿Qué pasó con Presto Hoy préstamos?

¿Qué pasó con Presto Hoy préstamos?

Presto Hoy fue uno de los servicios de préstamos personales más visibles de la fintech Wenance S.A., orientado principalmente a personas no bancarizadas o con acceso restringido al sistema financiero tradicional. A través de una plataforma 100 % digital, Presto Hoy ofrecía montos desde los $3.500 hasta los $250.000, con opciones de financiación de hasta 60 cuotas y requisitos mínimos.


Todo el proceso se realizaba de manera online, lo que facilitaba el acceso a quienes necesitaban dinero de forma rápida, sin pasar por los filtros de los bancos tradicionales. Durante varios años, esta propuesta fue vista como una solución ágil, flexible y moderna para sectores excluidos del crédito formal. Sin embargo, tras el colapso financiero de su empresa matriz, todo cambió abruptamente.

Un modelo que colapsó

A partir de 2023, comenzaron a surgir señales de alerta dentro de Wenance, la empresa que también operaba otras marcas como Welp, Mango y Luquitas. El modelo de negocios de la compañía se sostenía en la captación de fondos a través de fideicomisos financieros, que luego eran utilizados para otorgar préstamos como los de Presto Hoy. No obstante, el aumento de la morosidad, la inflación, la retracción económica post-pandemia y el retiro de inversores derivaron en una grave crisis de liquidez.


Para 2024, la situación ya era crítica: la justicia rechazó el pedido de concurso preventivo de Wenance y comenzó una investigación penal por estafa, usura y asociación ilícita contra sus principales directivos, quienes quedaron impedidos de salir del país. El CEO Alejandro Muszak y otros ejecutivos enfrentan embargos millonarios, mientras avanza una causa que involucra presuntas maniobras de triangulación financiera, fideicomisos opacos y deudas impagas a más de 3.000 inversores.

Efectos sobre Presto Hoy y sus usuarios

El impacto de esta situación se trasladó directamente a las marcas operadas por Wenance. En el caso de Presto Hoy, los usuarios comenzaron a notar fallas en los canales de atención, falta de respuesta ante reclamos, imposibilidad de solicitar nuevos créditos y, en muchos casos, problemas para obtener libre deuda o resolver situaciones administrativas. Diversos testimonios reportan que, incluso habiendo saldado sus préstamos, los clientes seguían figurando como deudores, o eran contactados por estudios jurídicos que reclamaban pagos ya realizados. En paralelo, otros denunciaron cobros indebidos, débitos duplicados o cargos por productos no solicitados, como seguros asociados.

La página web de Presto Hoy ya no opera con normalidad y sus redes sociales permanecen inactivas. Al igual que ocurrió con otras marcas de Wenance, el cierre no fue anunciado oficialmente, sino que se produjo en silencio, dejando a miles de usuarios sin acceso a información, sin servicio al cliente y sin certezas sobre su situación financiera.

Un caso más en el entramado judicial de Wenance

Presto Hoy quedó así involucrado en el complejo entramado judicial que rodea a Wenance. Las investigaciones apuntan a un patrón de comportamiento empresarial marcado por la captación de dinero bajo promesas de altos rendimientos, la entrega de préstamos en condiciones poco claras y la ejecución de prácticas abusivas hacia los usuarios. En este contexto, muchas de las operaciones de Presto Hoy fueron suspendidas o paralizadas como parte del proceso legal en curso.

También se presentaron demandas civiles por parte de personas que afirman haber sido perjudicadas con información falsa en sus historiales crediticios o con embargos promovidos sin notificación formal. En algunos casos, se investiga si existieron esquemas similares a los de tipo Ponzi, con entradas de capital de nuevos inversores utilizadas para cubrir rendimientos anteriores.

Finalmente

Lo que comenzó como una fintech con soluciones simples y acceso rápido al crédito terminó siendo parte de una crisis legal y financiera sin precedentes. Presto Hoy ya no opera con normalidad y su futuro depende directamente de la evolución judicial de Wenance S.A. En el camino, miles de usuarios quedaron atrapados en un limbo administrativo y legal, sin respuestas ni canales claros de resolución. La historia de esta marca es otro ejemplo de los riesgos de operar con algunas empresas fraudulentas con la fachada de fintech que manejan productos financieros masivos en Argentina.

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